Una joven de piernas largas fue invitada a una entrevista de trabajo. Estaba muy impresionada por el hombre barbudo con el que había entrevistado en su anterior misión. Cuando la contrataron, expresó su deseo de empezar a trabajar inmediatamente y de aceptarse a sí misma. Al día siguiente, la secretaria llegó tarde a una reunión de trabajo. Cuando entra en la sala a la que debe acudir más tarde, se sorprende gratamente al ver que la asistencia está compuesta por hombres de negocios. Aún es joven y ha sabido captar la atención de sus interlocutores mostrando una naturalidad desbordante. Después de su presentación, cuando se dispone a salir de la sala, su superior le pide que se quede para hablar del motivo de su retraso. Tras quedarse sola, la atractiva secretaria comprende la verdadera intención de su superior y lo agarra por la corbata para aferrarse a sus labios. Tumbada sobre la mesa, se encuentra con su superior, al que sube entre las piernas, que separa tumbándose sobre la mesa.