Un repartidor de tez negra toca el timbre de una casa para dejar un producto que un cliente ha comprado. Cuando la mujer rubia con minifalda abre la puerta, le sugiere amablemente que espere un momento para comprobarlo juntos. El hombre, que espera pacientemente a que le envíen el producto correcto, se siente un poco avergonzado al descubrir el juguete sexual fuera de la caja en el dormitorio. Sin embargo, la mujer, con su encanto habitual, coloca el vibrador en el regazo del hombre y comenta que es más pequeño que su pene. De repente, el pene del mensajero se ve más atractivo y el hombre decide que quiere tener sexo con ella.